Ese chico triste y solitario...

Hacía tiempo que no conseguía encontrarme conmigo mismo de esta forma… me había incluso olvidado de que existía!!! ¿Qué ha pasado? Algo ha cambiado, pero me siento bien. ¿He cambiado yo, o tan solo mi presente? Es triste que me acuerde de mi mismo en estos momentos en los que todo el cuerpo pesa, y necesito apoyarme en alguien. ¿En qué o quién piensas entonces cuando todo surge siguiendo el ritmo equilibrado de la felicidad? ¿En mí? No. Me encanta la libertad individual, el no depender de nadie ni nada, aunque esta sociedad me obligue a hacerlo. Por eso me gusta encontrarme conmigo mismo, porque redescubro que no dependo de nada ni nadie. Puede sonar triste, o indignante, pero es la realidad.

Cuando tenga ganas (y tiempo), me gustaría indagar acerca de la vida de Antonio Vega. ¿Cotilla…? No me lo había planteado :D pero sé que desde fuera puede parecerlo. Aunque creo que no descubra lo que realmente me interesa… Eso tendría que preguntárselo yo mismo en persona.

En fin, que pensando en mí mismo y escuchando “ese chico triste y solitario” se me ha ocurrido escribir estas líneas, que acabo con una frase que sigo sin entender, de otra canción de Antonio Vega:

“dormidos en el abrazo de la tierra, mi vida y yo, y en la consulta al infinito, un camino recto hacia la luz”.